La industria alimentaria cada día tiene los requisitos más exigentes a nivel de sistema de gestión. El sector ha estandarizado los requisitos de certificación. Una industria que no se encuentre certificada tiene los días contados. Suena así de crudo, pero es la realidad.

¿Cuáles son los resultados buscados?

En primer lugar buscamos una certificación, certificación reconocida por el GFSI. Puede ser la certificación BRCGS, IFS o FSSC 22.000 para la industria manufacturera alimentaria. Si tu sector es otro, hay certificación a tu medida.

Pero además, vamos a conseguir mayor facilidad de entrar en mercados internaciones, ya que podemos llegar a ser un proveedor homologado y reconocido internacionalmente. Un proveedor que genera confianza entre sus clientes y esta confianza se traslada a los consumidores.

Y el ultimo resultado que podemos encontrar es la evaluación en la gestión profesional de la empresa. Disponer de una herramienta potente que te permita la mejora continua y ascendente de su gestión .

 

Hoy quiero exponerte un caso real, en el que llevo trabajando desde inicio del año.

Tengo un nuevo cliente de consultoría, es una empresa alimentaria poco profesionalizada. Que además, tras la auditoria de diagnosis, detecto que no tenían la sensación de estar haciendo las cosas bien, más que bien. Y donde su cliente le ha exigido la certificación en BRC e IFS, las dos!, si las dos!

Menudo reto me encuentro.

Transformar esta empresa familiar, poco profesional, con ideas algo equivocadas sobre la gestión de seguridad alimentaria, donde todo lo hecho, es desde siempre. Hacia una empresa profesional, con un sistema de gestión que cumpla los requisitos más exigentes del mercados y de forma consistente, sólida y estable en el tiempo.

 

¿Qué acciones tuve que tomar?

Para conseguir los resultados deseados tuve que llevar a cabo las siguientes actuaciones:

• Adecuar los procesos productivos a la legislación alimentaria: el estudio fue detallado y complicado
• Definir los nuevos productos: receta, procesos, envasado y etiquetado.
• Elaborar e implantar el procedimiento de compras y homologación de proveedores
• Diseñar e implantar el procedimiento de gestión de quejas y reclamaciones
• Redactar e implantar el procedimiento para asegurar la satisfacción del cliente
• Establecer funciones y responsabilidades
• Formar al personal: la parte más complicada pero a la vez más reconfortante, los resultados han sido mejor de los esperados. La disposición del personal es fundamental para conseguirlo.
• Elaborar e implantar el procedimiento de gestión de todos los documentos
• Establecer un APPCC robusto (trazabilidad, controles en procesos y en productos, limpieza…)

Y aún estamos, afianzando detalles para que la auditoria de certificación sea todo un éxito, pero el trabajo bien hecho, tiene su recompensa.

 

Este trabajo ha sido todo un reto, pero ha sido “Reto conseguido”.