Subcontratación en la industria alimentaria

Cada vez más la industria alimentaria está mas especializada y hay mayor uso de la evolución tecnológica. Y en muchas ocasiones, la mayor parte de las tareas de fabricación pueden ser subcontratadas a empresas especializadas. La producción ha dejado de ser el elemento central de la actividad. Ya que el mercado va a una velocidad de vértigo. Y la  diferencia entre unos productos y otros no surge en la propia fabricación, sino en el diseño, la imagen de marca, el servicio posventa, etc.

La subcontratación es una relación entre empresas que está creciendo mucho en la industria alimentaria. Pero…

¿Cómo subcontratar sin poner en riesgo la seguridad o inocuidad alimentaria?

En primer lugar tenemos que saber el motivo de la subcontrata. Los cuales pueden ser:

• Exigencias de un cliente
• Testeo del lanzamiento de un nuevo producto antes de incurrir en la inversión
• Evitar la rotura de stock por inconvenientes en nuestra fábrica.
• Mejorar nuestros costes, optimizados en la subcontratación.
• Aumentar nuestra capacidad productiva, evitando una inversión mayor.
• Deseo de centrarse en el valor añadido del producto alimentario, como puede ser la comercialización

Pero aun teniendo nuestros motivos bien argumentados, es una actividad que nos puede tener más de un riesgo en nuestra empresa.

La subcontratación de la producción ofrece ventajas, pero también hay contrapartidas. Es aconsejable estudiarlas con detalle para valorar si nos compensa asumir los riesgos. Los riesgos pueden ser:

• Estamos en manos de nuestro proveedor de subcontrata. El riesgo que ellos corren te lo traslada a tu empresa. Detalles como cierres, huelgas, roturas de stocks, etc.
• Tendremos menor capacidad de respuesta, ya que estamos aumentando los eslabones de la cadena.
• Difícil planificación, debes contar con la planificación de tu proveedor.
• Variaciones de la calidad, este es el principal. Se debe establecer un firme control de calidad y seguridad alimentaria para evitar variaciones o afecciones negativas. No olvides que es un producto alimentario y puede afectar al consumidor.

¿Cómo conseguir que no afecte negativamente al producto y al consumidor?

En toda subcontratación, lo primero es asegurar la calidad in situ. No por que hayas subcontratado el proceso o el producto ya te despreocupas, deberás estar presente en la producción subcontratado y así fijarlo en el contrato.

• Vigila la producción. Aunque el protocolo habitual incluye dar el OK a las pruebas antes de comenzar a fabricar, es muy importante vigilar periódicamente los procesos de tu proveedor. Para ello es imprescindible fijar en el contrato detalles de control de calidad. Además junto con las especificaciones del producto acordadas. Determinar la necesidad de realizar auditorías anunciadas o no anunciadas, exigir que os mande ejercicios de trazabilidad, balances de masas, informes de controles de producción, el plan de análisis de peligros, plan de análisis del producto, etc. Al igual que tienes en tu propio sistema, asegurarte que lo tiene implantado en el suyo.
• Cuidado con la materia prima. Si la subcontrata es completa, establecer con el proveedor el control sobre la materia prima. Incluyo llegando al final de la cadena del proveedor.

En industrias que se encuentran certificadas bajo BRC, IFS o FSSC 22.000 son requisitos concretos en el caso de la subcontratación. Y hay que tener muy claro que si es un producto incluido en el alcance de certificación y parte está subcontratado. Los controles sobre la subcontrata deben quedar bien fijados en el sistema.

Si es tu caso y te surgen dudas de cómo controlar una subcontrata, déjame tu comentario y vemos cada caso concreto