¿Cómo medir la correcta implantación de la cultura de inocuidad?

Este requisito nos trae de cabeza, tanto BRCGS food como IFS Food nos establece como requisito que dispongamos de una política y cultura de inocuidad alimentaria. Pero que no siempre tenemos capacidad de medir si está correctamente implantada y comprendida por todos los miembros de nuestra empresa.

Y es que dar seguimiento y medición puede resultarnos algo subjetivo. Pero en definitiva no dejar se ser una medición de nuestra mejora continua. Si nuestra política y cultura de inocuidad está correctamente formulada e implantada, se verá representado por una evidente mejora de nuestra empresa y de nuestros productos.

Esta “cultura de inocuidad” sienta las bases para que todas las áreas de trabajo de la organización, desde la dirección general y hasta el personal operario de planta, estén implicadas en el plan de trabajo de seguridad e inocuidad alimentaria.

¿Qué pasos debo seguir para implantar mi plan de cultura de inocuidad?

Vamos a ver que pasos podemos llevar a cabo para definir nuestro plan de cultura, que si luego observas va a ser similar a cuando se establecen planes de mejora, quizás a esto estamos mejor acostumbrados dentro de nuestro sistema de gestión.

1º Detectar las mejoras que necesita nuestra política.

Lógicamente tenemos que saber de donde flaqueamos para así dirigir una cultura de inocuidad efectiva y práctica. Que realmente tengamos certeza de que nos va a ser de utilidad.

• Diagnosticar y determinar qué opinión tienen nuestros compañeros de la empresa sobre la inocuidad alimentaria y cómo ellos sienten que pueden influir en ella. Debemos tener un estudio claro y profundo de la correlación entre causa y efecto. Es decir, por ejemplo, que relación hay entre las buenas practicas de manipulación y la calidad y seguridad de los productos, cómo se puede influir entre ambos aspectos. Nosotros ya sabemos que es totalmente afín, pero ¿lo saben también el resto de los integrantes de nuestra empresa?
• Analizar nuestra competencia, no para imitar, sino para evaluar por donde van los derroteros y avanzar en nuestras propuestas. Hay también ya mucha bibliografía disponible para tomar ideas de las actuaciones que pueden implantar y la estrategia a seguir. Vamos a analizarlas y adaptarlas a nuestra situación.
• Medir en qué situación estamos, que opinan nuestros clientes de nosotros, nuestros empleados nuestros proveedores, en materia de política, de visión, valores, cultura. Tenemos que saber dónde estamos para saber a donde queremos llegar. Nos puede llegar a sorprender esta medición si no la hemos hecho nunca. No me refiero a la satisfacción de nuestros clientes, que también es bueno saberlo. Mas bien a la opinión que tienen de nosotros, como empresa preocupada en la inocuidad alimentaria.

2º Establecer la estrategia para implantar una cultura de inocuidad.

Ya hemos recopilado mucha información en el punto anterior, ahora vamos a usar esa información. Debemos haber sacado en claro donde estamos fallando, cual es nuestro punto débil.

Lógicamente cualquier mejora que queramos implantar va a requerir de recursos asociados (económicos, materiales y humanos). Y que por tanto, Dirección deberá aprobar. Así que cuanto más propuestas le puedas pasar como responsable de calidad, más opciones tendrás de que te aprueba algunas de tus propuestas. La Dirección de la empresa, debe tomar la decisión de elegir las mejores opciones o las prioritarias que se deben implementar para que las acciones a realizar repercutan en la mejora del sistema de una forma significativa. Una cultura de inocuidad real y efectiva.

• Define la estrategia, por ejemplo, que charlas formativas vas a impartir, (formación sobre cata organoléptica de parámetros que se vean afectados por una incorrecta manipulación, puede ser un tema interesante, o formación sobre las vías de comunicación bidimensional cuando aparezcan desviaciones)
• Planifica las diferentes actuaciones a lo largo del año.
• Establece los objetivos que quieres conseguir
• Mide y evalúa si se está implantando la planificación a lo largo del tiempo.

Estos pueden ser unos pasos que puedes seguir para asegurarte que tu estrategia se cumpla y llegues a buen puerto.

No sólo hay que estructurar un planteamiento de trabajo para crear los hábitos de comportamiento responsable sobre los que se basan las prácticas de inocuidad alimentaria, sino que han de establecerse mecanismos de participación a todos los niveles de la organización.

 3º Medición de la eficacia de nuestra cultura de inocuidad.

Aquí llega la parte más complicada. Cómo vamos a medirlo? Pues va a depender de las acciones que has planificado previamente. Por ejemplo, si has realizado el curso sobre cata organoléptica, puedes medirlo si se ha disminuido el nivel de reclamaciones por calidad del producto con respecto a los datos anteriores al curso.

Por eso no te puedo decir una regla fija, todo va a depender de donde estabas, a donde quieres llegar y que vas a hacer para conseguirlo. En todas tus actuaciones vas a necesitar indicadores de medida. Pueden ser cuantitativos como cualitativos, lo importante es que puedas determinar que se ha mejorado. Los indicadores de rendimiento que nos permiten analizar deben ser expresamente diseñados para medir y obtener la información que nos permita saber si la estrategia ha sido o no eficaz.

Todo esto con el claro convencimiento de la cultura de inocuidad alimentaria conducirá a un sistema de gestión de seguridad alimentaria más sólido, con mayor garantía y capaz de anticiparse a los riesgos.